Hacía tiempo que no se vivía en el circuito norteamericano un torneo tan abierto como el de esta semana en el The Old White de White Sulphur Springs (Virginia Occidental). Hasta 21 jugadores estuvieron peleando por las primeras posiciones en apenas cuatro golpes, entre los que destacó, por su enorme escalada, el norteamericano Russell Henley.
El jugador de 26 años aprovechó una fantástica jornada con 9 birdies y tan sólo dos bogeys -mejor tarjeta del día- para situarse en cabeza desde bien pronto con un -12 en el global. Sin embargo, al de Macon (Georgia) le pesó mucho su pobre comienzo de campeonato –en el que sumó en los tres primeros días 70, 66 y 69 golpes, respectivamente– y se vio superado por algunos de los golfistas del turno de tarde, que venían con el cuchillo entre los dientes.
Kevin Kisner, Robert Streb, Danny Lee y David Hearn aprovecharon los días previos en The Greenbrier Classic y se situaron, tras los 72 hoyos, con -13 en el global, un resultado que les hizo jugarse el torneo en la muerte súbita, un PlayOff que dejaría finalmente a Lee como gran triunfador. Pero no lo tuvo nada fácil, y no solo por el nivel de sus rivales. La tormenta que tanto amenazó durante la tarde hizo acto de presencia durante los últimos hoyos. Y de qué manera. Aunque, por suerte, todo quedó en una mera anécdota, ya que no tuvo influencia directa en el juego.
El primer hoyo de este PlayOff llevó a los golfistas hasta el 18. Allí, dos se quedaron en el camino, precisamente los estadounidenses. Robert Streb y Kevin Kisner no pudieron competir contra los grandísimos putts del neozelandés Danny Lee y del canadiense David Hearn. Y todo se decidió en el 17, donde el oceánico no tuvo rival. Firmó un gran cinco gracias a un putt larguísimo y el golfista de ascendencia surcoreana se llevó a casa su primera victoria en el PGA Tour, su tercer triunfo profesional tras el éxito en 2009 en el Johnnie Walker Classic y su conquista, dos años más tarde, del WNB Golf Classic.
Destacar los 67 golpes de Tiger Woods en una cartulina exenta de errores, algo que no ocurría desde la primera ronda del Barclays en 2013. Entre ese día y este transcurrieron 55 rondas.
En cuanto a Fernández-Castaño, único español en liza, no pudo hacer bueno ese resultado de -7 con el que llegaba al domingo y, con un único birdie y dos bogeys en su tarjeta, finalizó el día con un golpe sobre el par, lo que le llevó al T37, igualado junto a otros 16 golfistas. Se complica, pues, el objetivo y Fernández-Castaño deberá trabajar duro si quiere conservar un año más su presencia en el PGA.