El golfista estadounidense tiene motivos más que de sobra para sentirse feliz después del fin de semana sobre la hierba del Robert Trent Jones, en su Virginia natal. Y no sólo por la actuación en el Quickens Loans National, donde se apuntó un 46º puesto gracias a una gran última jornada. Willard Hurley, padre del deportista, ha sido encontrado sano y salvo en Texas para alegría de familiares y amigos. Y es que el pasado martes Billy Hurley III tomaba el micrófono en la rueda de prensa previa al evento del PGA Tour para comunicar la desaparición de su progenitor.
“El domingo pasado, hace nueve días, mi padre cogió un poco de ropa, un poco de dinero, se metió en su camioneta y se fue. Nadie ha sabido nada de él desde entonces”, comunicó Hurley, que finalizó su intervención con un emocionante “papá, vuelve a casa, por favor”.
El viernes, una llamada de un teléfono desconocido sorprendió a Hurley, que descolgó sin pestañear. Detrás de la línea se encontraba un agente del departamento de policía de Leesburg (Virginia), que se disponía a darle la mejor de las noticias: “Su padre se encuentra sano y salvo. Nos dijo que simplemente estaba viajando. Un ciudadano lo reconoció gracias a las noticias y contactó con nosotros”.
El golfista desbordaba alegría por los cuatro costados, y se apresuró a convocar una improvisada rueda de prensa con los medios de comunicación una vez finalizó la ronda del viernes, en la que disparó su segundo 70 consecutivo y consiguió pasar el corte. “Mi padre está bien, está vivo y en estos momentos se encuentra en Texas. Sólo quiero daros las gracias. Esto no hubiera sido posible sin la ayuda del PGA Tour, Golf Channel y todos los demás medios de comunicación”, afirmó el norteamericano. “Irónicamente, fue encontrado en una biblioteca pública, sentado frente a un ordenador mientras me veía jugar. Todo lo que habéis hecho es fantástico. No tengo palabras para expresar tanta gratitud”.
La novela de intriga tuvo al final un radiante desenlace.