No le trae muy buenos recuerdos al golfista sudafricano el campo de Whistling Straits. En 2010 no fue capaz de superar el corte en el último Major del año, y se marchó a casa con dos rondas de 71 y 75 golpes, respectivamente.
El jugador nacido en Mossel Bay llegaba a la cita después de haber arrasado en el Old Course de St. Andrews y llevarse a casa la Jarra de Clarete. Oosthuizen aventajó en siete golpes a su principal perseguidor, el inglés Lee Westwood, para anotarse en el palmarés su primer Major –y único hasta la fecha–.
Cinco años después el golfista ha estado cerca de repetir la hazaña y vencer de nuevo en The Open. Sin embargo, el Playoff le dejó sin opciones y fue el norteamericano Zach Johnson el que acabó levantando el trofeo. Pero eso no tiene por qué influirle esta semana.
Oosthuizen es ahora un jugador más hecho en el circuito, con una gran presencia en la cima mundial y que sabe aguantar y administrar la presión. Él ha dejado atrás los nervios de antaño, esos que le condenaron en el PGA Championship de 2010, como él mismo afirma.
“Recuerdo que estaba muy nervioso tanto el jueves como el viernes. Compartí partido con G-Mac y Lefty, y no me salió nada. Era la primera vez que era el centro de atención. Esta vez será diferente. No estaré tan nervioso”, afirmó el sudafricano en una entrevista para la agencia Reuters.
Oosthuizen llega a la cita después de una fantástica temporada en la que ha firmado seis Top 10 en 15 torneos, incluyendo un empate en la segunda posición en el terrible Chambers Bay, sede del pasado US Open, y la citada derrota en los hoyos de desempate del British, algo que asegura estar ya olvidado. “Cualquier derrota en un PlayOff siempre es decepcionante, máxime cuando es en St. Andrews, donde voy siempre con la esperanza de hacerlo bien. Jugué fenomenal durante todo el fin de semana, sólo que Zach lo hizo un poco mejor que yo”.
Era la segunda ocasión que a Louis Oosthuizen se le escapaba un Major en el desempate, después del Masters de Augusta de 2012: “Me sentí más decepcionado en Augusta que en St. Andrews, la verdad. Era mi primera vez y salí bastante fastidiado”.
Aunque, dejando a un lado los resultados, la mejor noticia del año para el sudafricano ha sido, sin duda alguna, que ha aparcado definitivamente esa lesión de cuello que le venía dando quebraderos de cabeza en los últimos años. “Es genial estar cerca de un torneo importante y no pensar si vas a poder o no jugarlo. Ahora puedo centrarme más en practicar y mejorar algunos aspectos de mi juego”.
Oosthuizen compartirá partido el jueves y el viernes junto a Sergio García y Bill Haas dando su primer golpe en el hoyo 10 a partir de las 14:25 hora española. Esperemos que los nervios no le pasen factura esta vez.