Nada ni nadie impedirá al golfista norirlandés estar el próximo jueves en Whistling Straits defendiendo el título conseguido hace doce meses. Rory McIlroy está convencido de que está en las mejores condiciones para aguantar un torneo tan exigente a 72 hoyos durante cuatro duros días de competición –él lo sabe mejor que nadie–. Y todo ello con escasas seis semanas de recuperación.
El 4 de julio los periódicos británicos informaban de que el golfista europeo sería baja en The Open al romperse los ligamentos de su tobillo izquierdo jugando una pachanga de fútbol con amigos. Muchos expertos salieron entonces a la palestra para informar de que la lesión le llevaría, con toda probabilidad, a estar en el dique seco hasta final de la temporada. Nada más lejos de la realidad. El actual número uno del mundo no tiene tiempo que perder si quiere seguir reteniendo la corona. Ahora bien, ¿se trata de un regreso precipitado o realmente se encuentra al cien por cien?
“Mi tobillo está mejor que nunca”, afirmó el golfista en una entrevista con el Daily Mail. “No siento dolor alguno. Es más, me siento mejor cuando más duro es el swing”. Ha sido un mes de espera interminable, en el que ha tenido incluso que ceder la Jarra de Clarete a Zach Johnson.
Sin embargo, no han sido semanas de descanso ininterrumpido. Ni mucho menos. El golfista de 26 años ha aprovechado este tiempo para poner en práctica otro tipo de golpes. “He estado chippeando y putteando prácticamente desde el día en el que me pusieron la bota protectora. No podía dejar que el tiempo pasara sin hacer nada de provecho.”
Y confirmó los rumores que apuntaban que estuvo cerca de jugar en el Firestone CC hace escasos días: “Estuve pensando largo y tendido si reaparecer o no en el Bridgestone, pero Steve –McGregor, su preparador físico- me contuvo. Pensó que para mí era mejor en esos momentos jugar un torneo a puerta cerrada y ver cómo me respondía el tobillo. Fue todo un éxito. Las sensaciones fueron inmejorables. Estoy listo para jugar y espero hacerlo bien”, concluyó el deportista británico.
El jueves saldremos de dudas en ese partido del día que le llevará a compartir protagonismo junto a Jordan Spieth –ganador del Masters de Augusta y el US Open- y Zach Johnson –triunfador en The Open-.