El texano llega al Plainfield de Edison (Nueva Jersey) con la mira puesta en no perder a las primeras de cambio lo que tanto le ha costado conseguir. El número uno mundial fue un premio a la constancia pero, sobre todo, al esfuerzo. El deportista de 22 años llega a los PlayOff de la FedEx Cup con la intención de poner el broche de oro a un año para el recuerdo.
Campeón del Masters de Augusta y del US Open, además del subcampeonato en el PGA Championship y de la cuarta posición en The Open. Quizá no haya conseguido batir a Tiger realizando la mejor temporada de la historia, pero tampoco está nada mal. Ahora, el estadounidense se encontrará en el punto de mira de todos y cada uno en The Barclays. La caza ha comenzado.
“Me doy cuenta de que, a pesar de haber logrado el número uno del mundo, va a ser muy difícil mantener esta posición. Hay multitud de jugadores que están compitiendo fenomenal y una cantidad inconmensurable de jóvenes que vienen apretando desde abajo” afirmó Spieth en una reciente entrevista ante los micrófonos del Dallas Morning News. “Este es un ranking y va a cambiar cada semana. Es un honor estar ahora mismo en esta posición, pero si no tengo cuidado, en un par de lunes dejaré de estar ahí”.
No le falta razón al americano. Es más, Spieth podría dejar incluso su posición de privilegio esta misma semana si no realiza una buena participación durante su estancia en Nueva Jersey. Y es que, de acuerdo con un informe elaborado por Golf Channel, Rory McIlroy –quien ni siquiera participa en el evento, pues sigue recuperándose de la lesión en su tobillo izquierdo– podría volver a asumir el mando como número uno mundial en el caso de que Spieth no finalice entre los 14 primeros clasificados en The Barclays. Otro elemento más de presión a añadir. Veremos cómo se maneja el norteamericano desde las alturas.