El pasado fin de semana el mundo del golf contuvo la respiración durante unas horas. John Daly, el excéntrico golfista estadounidense, sufría un colapso pulmonar mientras disputaba un pequeño torneo en el Deerfield Golf Club de Canton (Mississippi) y tuvo que ser trasladado inmediatamente en ambulancia tras caer desplomado al suelo.
Afortunadamente, todo quedó en un susto y tan sólo 24 horas después estaba de vuelta sobre la hierba. Desde ese día, multitud de personas se han puesto en contacto con el americano para preocuparse por su estado de salud. Entre ellos Jerry Jones, dueño de los Cowboys de Dallas, equipo de fútbol americano que compite en la NFL.
Jones afirma haberse convertido hace años en un seguidor incondicional de Daly por ser un ejemplo de lucha y de superación durante toda su carrera como profesional. “Supongo que es obvio que cuando has estado tan abajo y, aparentemente, tan fuera de todo como lo ha estado John, todo se transforma en cariño por parte de tus fans”, reconoció Jones en una entrevista concedida a comienzos de esta semana a Golf Digest.
“Sabemos que nadie tenía ni demostró más debilidades que John, por eso es tan fácil para mí identificarme con él. Supongo que es desde su traslado a Dardanelle (Arkansas) –momento en el que empieza a jugar al golf- que me gusta tanto. Me encanta tanto por su forma de jugar como por la de vivir”.
Incluso se atrevió a hablar sobre el swing del golfista, para el que encontró una manera metafórica de compararlo con su vida: “Su manera de disparar es indicativa de cómo es John. Cuando retrocede y golpea se arquea tanto que el palo parece tocar uno de sus dedos del pie. Él simplemente se desenrolla e impacta con la vieja bola para completar el arco de 360?. Es muy complicado de hacer y él lo consigue casi siempre. Esta es su ventaja con respecto al resto. Esta maestría es la misma con la que John golpea diariamente a la vida”.