Poco más de diez meses. Ése es el tiempo que resta para que los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro se conviertan en el centro de atención del mundo del deporte. Un total de 28 disciplinas estarán presentes en la cita carioca y el golf, 112 años después, volverá a contar con el protagonismo que se merece. Un total de 120 jugadores, entre las competiciones masculina y femenina, se darán cita del 6 al 15 de agosto en el Campo Olímpico de Golf, ubicado en la reserva de Marapendi.
Así pues muchos golfistas han comenzado su cuenta atrás particular para alcanzar las primeras posiciones en la clasificación mundial y poder obtener el billete a Río. Es el caso de Miguel Ángel Jiménez, que esta semana se encuentra disputando el KLM Open sobre la hierba de Kennemer (Zandvoort, Holanda), campo talismán para el golf español –no en vano fue aquí donde Seve consiguió la primera de sus 50 victorias en el circuito europeo-.
El malagueño, que ostenta desde hace unos años el privilegio de ser el ganador con más edad en un evento del European Tour, se encuentra con muchas ganas de hacer una buena actuación en el país de los tulipanes y así sumar puntos para poder estar en Marapendi el próximo año, algo que reconoce que le haría “mucha ilusión”.
“Por supuesto que me gustaría estar en los Juegos Olímpicos”, afirmó ante los periodistas, a la vez que sacaba a relucir su tan característico humor. “¿Se imaginan a Miguel Ángel Jiménez con un gran puro en la mano caminando por el centro de la Villa Olímpica con atletas de todo tipo? A mí me encantaría”.
Actualmente, el golfista de 51 años ocupa la 59ª posición de la clasificación mundial, con lo que acompañaría a Sergio García a Brasil. Pero no debe descuidarse, porque por detrás vienen apretando fuerte tanto Pablo Larrazábal como Rafa Cabrera-Bello, 85 y 95 del mundo, respectivamente. La emoción será la tónica habitual desde ahora hasta unas semanas antes de los Juegos, cuando conoceremos a los jugadores participantes.