Sí, vale que no sea el impacto más complicado del mundo, pero a ver quién tiene tanta fe en su compañero como para dejarle golpear la bola desde una parte del cuerpo tan delicada. La pareja protagonista está formada por las colombianas María Rodríguez –con el palo en las manos- y María Merchán –la que utiliza sus posaderas como tee-, miembros del equipo de golf femenino de la Universidad de South Florida. A decir verdad, el swing es bastante bueno después de todo. Y es que la posición para disparar no es para nada natural.





