Los miembros del exclusivo campo de Wentworth (Surrey, Inglaterra) se encontraron hace unos días con una noticia que traerá cola. Y es que han sido informados por parte de los nuevos propietarios del club de que el precio que tendrán que pagar por seguir perteneciendo a este legendario complejo ha subido ostensiblemente, hasta alcanzar las seis cifras.
Todo este proceso se inició hace unos meses, cuando el Grupo Reignwood, con capital y sede chinos, se hizo con los mandos del club inglés. En ese momento, nadie se esperaba que sólo unas semanas más tarde se les fuera a exigir a los miembros una cuota anual de 100.000 libras –unos 138.000 euros al cambio- si querían seguir perteneciendo a la élite británica.
Pero aquí no acaban todos los gastos. Asimismo, las tasas anuales se duplican hasta alcanzar las 16.000£-22.000€- y aquel que quiera aventurarse a hacer una nueva adhesión tendrá que pagar de entrada la astronómica cifra de 125.000 libras -173.000 euros-, unos guarismos que nada se asemejan a los abonados hace un año, como afirmó Peter Alliss, comentarista de la BBC y miembro honorífico del club.
“En este país no había pasado nunca una cosa parecida. Hace unos años se pudieron ver algunos casos como éste en el Lejano Oriente y en Estados Unidos, pero todavía no habían llegado a Europa”.
En la misma línea apunta el artista británico Sir Bruce Forsyth, miembro de pleno derecho en Wentworth: “Esta decisión es pegarse un tiro contra el pie. Me entristece y me enfurece a la vez que un club emblemático sea tratado de esta manera”.
Fundado en 1926, Wentworth fue sede de la Ryder Cup en 1953, y actualmente forma parte del circuito europeo al recibir a sus jugadores anualmente para la disputa del BMW PGA Championship. Sin embargo, esta polémica decisión por parte de sus nuevos propietarios puede llevar al traste esta relación, según afirma Alliss.
“La idea de los nuevos dueños es llevarse bien con todas aquellas personas que tienen casas en los alrededores. Muchos de ellos son extranjeros, procedentes de Asia y Rusia. A los nuevos propietarios les mueve simplemente el dinero y esto no le hace mucha gracia al European Tour”.