Kyle Stanley obtiene su recompensa una semana después

Kyle Stanley ya conocía las sensaciones que en esos momentos sentía Spencer Levin, lo había vivido ocho días antes en Torrey Pines cuando perdía un torneo que en algunos momentos de la ronda final dominaba por ocho golpes.

Una semana después, todo se invertía y eran ocho golpes en contra los que Stanley remontaba en Scottsdale en el Phoenix Open para lograr su primera victoria en el Tour. En el momento de recoger el trofeo las lágrimas volvieron a los ojos de Stanley, pero esta vez eran de alegría.

“Realmente se lo que siente en estos momentos”, declaraba Stanley sobre Levin haciéndose eco de lo que Snedeker decía sobre él el domingo anterior. “Nadie desea que esto le ocurra a ningún jugador, pero él es muy bueno y se recuperará”.

Kile Stanley vencía ante cerca de 60.000 espectadores, exactamente 58.447, en un día donde el protagonista deportivo de la jornada era la SuperBowl, en total pasaron a lo largo de la semana 518.262 espectadores, cifra que se quedó muy cerca del record de 538.356, establecido en 2008.

Stanley cerraba el torneo con 65 golpes y un acumulado de -15, jugó sin bogeys, haciendo recuperaciones verdaderamente espectaculares, como esa donde la bola se encontraba debajo de un cactus y realizó un golpe de approach magistral, para luego conseguir el birdie.

El jugador de 24 años aventajó en un golpe a Ben Crane y en dos a Spencer Levin, “simplemente, no era mi día”, comentaba Levin. “Me quito el sombrero ante Kyle, jugó una gran ronda, buscó la victoria y la consiguió”.

Mickelson cerró con un 73, para finalizar en el puesto 26 con -6 en el total, “no pude arrancar en ningún momento”, comentó el zurdo.