¿Conocen esa sensación de estar disfrutando de apacible ronda de golf cuando, de repente, un canguro con una sed insaciable de venganza comienza a perseguirles? Nosotros tampoco. Sin embargo, estos dos chicos australianos todavía sueñan con ello. Los dos estaban dispuestos a pasar una mañana tranquila en el campo de golf cuando vieron acercarse a lo lejos a un animal. Qué mono, debieron pensar, y uno de ellos sacó el móvil para inmortalizar el momento.
Craso error. El macrópodo aceleró el paso y si no llega a ser porque tenían el coche al lado les podía haber costado un buen susto. Los gritos de terror lo dicen todo.