Hacía diez años que Tiger Woods no pisaba el torneo formato Pro-Am de Pebble Beach, que ganó en 2000, pero éste es el lugar elegido para comenzar su campaña 2012 del PGA Tour. Es el estreno más esperado del golf profesional estadounidense, aunque el californiano dejó una ‘joya’ en la rueda de prensa previa al torneo: “Mi idea de siempre es que estos ‘belly putters’ no sean nunca más largos que el palo más corto de la bolsa, o sea el sand wedge”.
Tiger se mostró un tradicional con el ‘putt’ que llevó a Keegan Bradley en agosto a ser el primero en ganar un ‘major’ con esta herramienta ahora muy en boga.
Sobre el torneo, Woods se mostró “convencido” de que está preparado. Y eso, para el resto, es una amenaza en toda regla.
El jueves estrena campaña en el PGA Tour, en el AT&T de Pebble Beach, aunque ya debutó con un tercer puesto en Abu Dabi hace algo más de una semana.
“Ahora gestiono mejor mi juego que hace diez años. Me encuentro muy bien forma. Practico más y mejor”, avisa Tiger, el ex número uno del planeta que ahora ocupa el puesto decimoséptimo del ránking.
Tiger pisó por última vez estos campos de Pebble Beach allá por el año 2002, cuando ya aplicaba su rodillo particular. Después, lo sacó de su agenda a pesar de que AT&T estuvo patrocinándolo hasta su espantada tras airearse sus escándalos sexuales.
Phil Mickelson, que no atraviesa un buen momento de juego aunque ganó este torneo en tres ocasiones, también atraerá gran parte de los focos de la actualidad.
La presencia de Tiger ha hecho crecer el interés por el torneo en Pebble Beach. De entrada jugará junto al “quarterback” de los Dallas Cowboys Tony Romo, “un atleta que podría destacar en cualquier deporte”, apunta “El Tigre”.
Pronto sabremos el alcance del retorno de Tiger, a tenor de las audiencias televisivas. Tiger y el zurdo Phil prometen batalla al más puro estilo americano. El espectáculo ha vuelto.