Es año de carrera presidencial en el país de las barras y estrellas. Ya se nota en el ambiente. Mítines, acusaciones entre los distintos candidatos con más o menos fundamento… y declaraciones de jugadores que hablan sobre quien tiene el mejor o el peor swing.
Bien, este año existen pocas dudas sobre quién ganaría en una competición entre los distintos precandidatos. Donald Trump, dueño de varios campos de golf y otrora socio VIP del PGA Tour goza de más experiencia que el resto, con lo que su victoria estaría prácticamente asegurada.
Es por esto que se le ha dado la vuelta a la pregunta, y se ha cuestionado sobre cuál de todos los presidentes de la historia reciente del país norteamericano sería el peor con el palo en las manos. La respuesta ha sido unánime: Bill Clinton.
No hay más que tirar de hemeroteca gráfica para recordar cómo el marido de la precandidata demócrata Hillary Clinton pegaba a la bola. Brazos rígidos, apenas un ligero movimiento de cadera… Y eso cuando le daba a la pelota.
Así lo recuerda también John Daly. Wild Thing concedió recientemente una entrevista al portal TMZ y allí habló sobre el tipo de juego que practicaba por aquel entonces Clinton, algo “gracioso” para el deportista de 49 años.
“Está claro que su forma de jugar no se parecía lo más mínimo a la de George Bush padre, el presidente que mejor ha sabido manejarse sobre un campo de golf. Jugué con Bill un par de veces, y si algo necesitaba era trabajar mucho. Estoy convencido de que ahora habrá mejorado, pero antes era divertido verle hacer mulligan tras mulligan”. A buen seguro no fue capaz de decírselo en su día a la cara. Ahora se ha quitado el peso de encima.