El sábado nos despertábamos con la preocupante noticia de que Jason Bohn había tenido que permanecer hospitalizado en el Palm Beach Gardens Medical Center de Florida como consecuencia de un amago de infarto. Sin embargo, a los pocos minutos se confirmaba que todo había quedado en un susto y que, tras unas pequeñas pruebas, el estadounidense podría regresar a Atlanta con los suyos.
Pues bien, nada más lejos de la realidad. Resulta que este lunes el propio jugador ha confirmado a la emisora SiriusXM PGA Tour Radio que lo ocurrido el viernes resultó ser más complicado que unas simples pruebas para controlar el estado de su corazón. De hecho, Bohn ha llegado a afirmar que de no haber acudido al hospital su vida se hubiera puesto en grave peligro durante la jornada del sábado sobre el PGA National.
Era tan preocupante su estado cuando llegó al centro médico que los doctores tuvieron que instalarle inmediatamente un stent –un dispositivo con forma de muelle que ayuda a corregir el estrechamiento de las arterias facilitando la circulación sanguínea-.
El deportista tenía un bloqueo del 99 por ciento de la arteria interventricular anterior, un tipo de daño que los cardiólogos bautizan como “fabricante de viudas” debido a la alta tasa de mortalidad que produce.
“La parte más loca de toda esta situación es que yo ni siquiera sabía que estaba sufriendo un ataque al corazón. Nunca habría pensado que a los 42 años pudiera ocurrirme algo así”, afirmó Bohn en la entrevista concedida hace solo unas horas.
“Todos los médicos me han dicho que de haberme desmayado en el campo de golf no habrían tenido el tiempo suficiente como para administrarme los anticoagulantes que necesitaba y ponerme el stent. La vida me ha concedido un mulligan… y la segunda bola es siempre mejor que la primera. Es todo cuanto puedo decir”.
Han pasado más de tres días y el estadounidense se sigue recuperando en el hospital de Florida, unas instalaciones que le han visto volver a nacer pero que espera abandonar a la mayor brevedad para seguir trabajando y así demostrar todo el golf que atesora. “Siento que esto me ha hecho más fuerte”, concluyó.