El jugador irlandés, Paul McGinley, se encuentra estos días disputando el torneo de AT&T Pebble Beach Nacional Pro-Am en California, pero la semana no ha podido empezar de peor forma para el que fuera capitán europeo de la Ryder Cup el pasado año.
El golfista dublinés llegó el martes al aeropuerto de San Francisco y de allí se dirigió hacia Ocean Beach para tomar un poco de aire fresco y almorzar. Sin embargo, no se esperaba la desagradable sorpresa que se iba a encontrar a la salida del restaurante. Una ventanilla trasera de su coche había sido destrozada y le sustrajeron la maleta, una bolsa de viaje, la documentación, sus palos de golf y algunos objetos de la Ryder Cup que había reservado para una subasta benéfica.
“Me robaron todo lo que tenía”, declaró McGinley en una entrevista telefónica concedida al San Francisco Chronicle. “Te puede suceder en cualquier país o ciudad del mundo, pero no es algo que tuviera planeado. Llevaba solo hora y media en Estados Unidos”.
El jugador de 48 años tiene previsto para esta madrugada su debut en el torneo californiano, dotado de 6,8 millones de dólares en premios.