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Adam Scott durante la tercera ronda del Arnold Palmer
15 meses para que arranquen los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016. Quince meses para que el golf vuelva a hacer su aparición en esta cita 112 años después. Con el campo de Marapendi listo para acoger uno de los eventos deportivos más importantes del mundo, son muchos los golfistas que se están afanando por apurar sus opciones de estar en la prueba carioca en agosto del próximo año.
Nadie se quiere perder un acontecimiento de tal magnitud. Bueno, nadie nadie igual no. Hemos encontrado un golfista que no le importaría estar tumbado en el sofá mientras Usain Bolt y Michael Phelps siguen sumando metales en su medallero particular. Se trata de Adam Scott.
El deportista australiano considera que el golf actuará como un deporte de “exhibición” en Río de Janeiro, es por esto por lo que tiene poco interés en participar. “No lo descarto de manera definitiva, pero mis horarios de entrenamiento no están girando en torno a Brasil en estos momentos”, comentó el ex número uno mundial durante la disputa del Wells Fargo Championship de Charlotte. “Estoy entrenando para llegar en las mejores condiciones a los Major, que es lo que realmente me importa. Si luego tengo la suerte de clasificarme para los Juegos Olímpicos pues estupendo. Si no, pues tampoco pasa nada”.
Scott cree que los Juegos Olímpicos deberían estar enfocados a aquellos deportes donde conseguir la medalla de oro es la obra culmen a toda una vida de sacrificio por el deporte, como el atletismo o la natación. Para él, la adición a esta cita de disciplinas como el tenis o el golf “están injustificadas”. “Ganar una medalla olímpica no va a definir cuán exitosa ha sido mi carrera. No es algo que haya ansiado conseguir en mi vida”. A lo que añadió: “Ir a jugar un evento de exhibición simplemente por el hecho de conocer a otros atletas es algo que no va conmigo”.
Para acomodar el evento dentro del calendario del circuito profesional el PGA Championship se ha trasladado a finales de julio en lugar de su fecha tradicional de la segunda semana de agosto. Esto ha sido la gota que ha colmado el vaso para el oceánico: “A ningún deportista le gustaría que le hiciesen eso en su disciplina. Todos tenemos un ritmo de entrenamiento que el año que viene se verá truncado”, concluyó.
