Los últimos triunfos han convertido a Rory McIlroy en una figura en la que todo lo que toca lo convierte en oro. Y si no que se le pregunten a Lee Horner, ciudadano de Leeds, que vio como una simple pelota de golf se convertía en un premio de más de 50.000 dólares.
La historia es la siguiente, Horner se encontraba presente entre el público del green 18 en Royal Liverpool durante la ronda final del Open Championship el pasado mes de julio. Cuando Rory McIlroy ejecutó su último golpe para hacerse con su tercer Grande cogió la bola del agujero y la lanzó entre los aficionados ¿adivinan quién cogió esa bola?
Lee Horner no tardó en ponerse en contacto con la casa de subastas Green Jacket. Tres semanas después la bola, una Nike RZN Black, fue comprada por un coleccionista estadounidense por 52.038 dólares. Esta es la segunda cifra más alta alcanzada por una bola de golf, por detrás de una de firmada por Bobby Jones por la que se pagaron 55.865 en abril de 2011.
En total fueron 45 ofertas las recibidas de 22 postores de diferentes países del mundo. Lo que ya no sabemos es cuanto se hubiera pagado de haberse subastado unos días más tarde tras el triunfo del norirlandés en el US PGA.