Alfredo García Heredia, Víctor Casado y Xavier Guzmán han absorbido el protagonismo del Campeonato de España de Profesionales que se celebra en Doñana Golf, mitad de torneo desgranado, buena mitad de las verdaderas opciones de victoria –con permiso de ilustres rivales que vienen por detrás– en manos de tres jugadores que hasta el momento han gestionado a las mil maravillas las intrínsecas dificultades del bello recorrido onubense.
El trío de golfistas citados –asturiano, malagueño y barcelonés afincado en Huelva– conforman el triunvirato de poder de un torneo que permanece todavía abierto pero que, ya en el inicio de su recta final, define con creciente claridad posiciones y opciones en favor de quienes acaparan las tres primeras plazas de la clasificación.
La competición, además, se está revistiendo de curiosas connotaciones históricas que, de cumplirse a rajatabla, confieren a Alfredo García Heredia la vitola de máximo favorito. Para entenderlo mejor hay que retrotraerse al pasado, a aquel 2011 y aquel más reciente 2014 en donde el asturiano, todo pasión, acaparó de forma brillante los títulos de campeón de España Profesional a base de milimétricas actuaciones que, en el ecuador de la competición, le distinguían entonces como líder con 8 bajo par.
Han pasado los años, pero la situación es ahora simplemente idéntica, Alfredo García Heredia realizando exhibiciones de precisión para, también con 8 bajo par repartidos a base de 4 menos diarios, encabezar una tabla en cualquier caso comprimida gracias a la ansias de poder exhibidas también por Víctor Casado, Xavier Guzmán y, un poco más atrás, por Vicente Blázquez, Gerard Piris y Daniel Serón, otras evidentes opciones de un torneo todavía muy vivo.
“Es curioso, sí, no sé qué pensar, pero la historia se repite y sería fantástico que el final fuese el mismo que en 2011 y 2014, pero sé que es complicado porque todavía queda un mundo para acabar”, declaraba con ciertas dosis de nerviosismo un Alfredo García Heredia ilusionado por su buen rendimiento pero al tiempo ligeramente confuso por relacionarse con estas curiosidades históricas que proceden del más allá.
A la espera de plasmaciones en la realidad, Alfredo García Heredia ha inscrito sendos 68 en sus dos tarjetas a base de actuaciones completamente dispares, la primera de ellas sin fallo alguno, la segunda a base de continuas alternativas –cinco birdies, un eagle y 3 bogeys– “que ponen de manifiesto que este campo te puede dar o quitar de todo. Se pueden hacer pocas, pero también muchas como te descuides”, sentenciaba el asturiano ante la presencia de quien, como compañero de partido, tuvo una existencia tan plácida como satisfactoria a lo largo de toda la segunda jornada.
Xavier Guzmán, campeón de España Profesional en 2013, afincado ahora en Doñana Golf, aprovechó su perfecto conocimiento del terreno para arañarle 6 golpes al desafiante recorrido onubense, imitando como hizo en la primera vuelta a quien ahora persigue, una actuación sin fallos gracias a seis birdies como seis soles que le permiten reivindicar máximas opciones a un título todavía abierto.
“Hacer este resultado en este campo no es nada fácil”, reivindicaba con orgullo Xavier Guzmán mientras relataba el buen oficio realizado con el putt –“qué bien me ha funcionado hoy”–, con el drive, con los hierros –“he jugado sólido en todo momento, ayudado por compartir partido con un gran jugador como Alfredo (García Heredia)”–, la explicación a una actuación que bien se puede resumir con un solo adjetivo: completa.
Entre medias de ambos, ejerciendo de fiel de la balanza, se encuentra el veterano Víctor Casado, casi diez años sin jugar torneos de elite profesional pero que, bien sea por el cálido sol onubense o por sus espectaculares playas que lo convierten en un destino único, exhibe la garra y la fuerza del mejor de los jóvenes.
El veterano malagueño, 69 y 68 para acumular sólo un golpe más que el líder, ofrece rendimiento del máximo calibre, hasta el punto de convertirse en opción de triunfo de mantener excelso rendimiento, todo ello mientras por detrás, a la espera de cualquier desfallecimiento, se sitúan Vicente Blázquez, Gerard Piris, Daniel Serón… todos bien dispuestos a ofrecer la mejor de las batallas.