El verano está aquí y con él la oportunidad de visitar algunas de las mejores playas no sólo de España, sino del mundo entero. Andalucía recoge a lo largo y ancho de sus cinco provincias costeras algunos rincones mágicos que te transportarán a otro mundo gracias a sus bellos parajes de fina arena y agua cristalina. Casi mil kilómetros de costa con el sol como denominador común son el lugar perfecto para unas vacaciones idílicas para descubrir una de las tierras más bonitas de nuestro país, capaz de encandilar a todas las edades con su extraordinaria oferta.
Acantilados, marismas llenas de vida con su icónico mundo submarino y playas vírgenes forman la estampa de un cuadro que hace de Andalucía un paraíso para los sentidos, donde sus 100 banderas azules -el distintivo de calidad que premia el cumplimiento de los estándares de condiciones higiénicas, de sanidad, de seguridad, accesibilidad, información, salvamento y socorrismo- hablan a las mil maravillas del mimo por cuidar hasta el más mínimo detalle. Porque ya sea en verano como en cualquier época del año, Andalucía ofrece sol y una extraordinaria climatología con la que vivir la magia de una región que conquista y sorprende a partes iguales.
Almería sorprende con su paisaje peculiar que mezcla el desierto de unas zonas y los cultivos de otra, aderezados con su silueta montañosa y sus playas de dunas y rocas. Prueba de ello es la imponente Playa de Aguadulce ubicada en la denominada Costa de Almería, que por su situación geográfica hace de telonera a núcleos turísticos en plena expansión como Roquetas de Mar, de amplias playas y magníficas instalaciones hoteleras. Eso por no hablar de la conocida como Costa Tropical granadina, que ocupa una franja privilegiada con un microclima capaz de dejarnos 320 días de sol al año y una temperatura media por encima de los 20 grados.
Así, Almuñécar, Salobreña, Motril, Castell de Ferro y La Rábita son una clara opción para todos aquellos que busquen un remanso de paz a la orilla del mar. Aunque si hablamos de encantos no podía faltar la Costa del Sol malagueña, que abarca más de 150 kilómetros en los que la tranquilidad de Casares y la coquetería del Rincón de la Victoria se unen a la fama de Torremolinos, Benalmádena, Fuengirola o Marbella para convertir los paseos por Nerja en un excelente plan con el que pasar los días.
Y qué decir de la Costa de la Luz, tanto en su vertiente gaditana como onubense, donde, desde Sanlúcar de Barrameda, pasando por el Parque Nacional de Doñana hasta llegar a Ayamonte, Isla Cristina o Punta Umbría tenemos la ocasión de embriagarnos con algunas de las mejores playas de todo el país. Su arena blanca combinada con la posibilidad de practicar deportes como el windsurf o la pesca submarina hacen de este lugar un emplazamiento único para buscar el relax.
*Contenido promocionado por la Empresa Pública para la Gestión del Turismo y del Deporte de Andalucía S.A.
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