Muchos se preguntarán qué hacen los campos de golf en estos días de confinamiento y cuarentena por parte de los ciudadanos españoles a causa del COVID-19. Pues bien, un claro ejemplo de trabajo es Izki Golf, este escenario diseñado por el mítico Severiano Ballesteros que se encuentra localizado en un estupendo paraje dentro de la Montaña Alavesa y el Parque Natural de Izki.
Este complejo deportivo cerró al público el día 13 de marzo, si bien unos días antes ya se habían cerrado algunas zonas comunes como los vestuarios y el comedor. De hecho los participantes de una competición que tuvo lugar el día 12 ni siquiera pudieron usar los vestuarios ni realizar una comida de camaradería tal y como tenían previsto.
En lo que se refiere al campo, los jardineros de Izki Golf desde el primer momento de la crisis comenzaron a trabajar en dos turnos en lugar de uno para estar más separados entre ellos evitando que coincidieran en las zonas comunes a la hora de cambiarse. También comenzaron a desplazarse hasta el lugar de trabajo de manera individual en vez de en grupo como la hacían antes. Las tareas, como habitualmente, las siguieron realizando de manera individualizada siempre provistos de EPI´s (guantes y mascarillas por ejemplo) y desinfectando máquinas y herramientas antes y después de utilizarlas.
Todo el equipo de Izki Golf piensa que la hierba es un cultivo perenne que no se puede abandonar del todo y es necesario realizar unos servicios mínimos de jardinería en las superficies de juego. Además el jardinero en ningún momento está en contacto con elementos o superficies susceptibles de tener carga vírica ya que nadie transita por el campo desde el cierre y son todos elementos naturales.
Durante estos días en el que el campo estaba más tranquilo los jardineros han realizado sus labores de manera más rápida teniendo además tiempo para hacer algunas intervenciones que de otra forma hubieran causado molestias a los jugadores de golf. Por ejemplo, se han limpiado las tuberías del riego colocando nuevas llaves para el desagüe, se han recortado setos y arreglado zonas ornamentales vegetales que normalmente reciben poca atención y se han estado perfilado bunkers, aportando nueva arena y redistribuyendo la ya existente.
Asimismo, es buena idea poder realizar el pinchado ahora que el campo está vacío; de esta forma no se causa molestias a los visitantes y se puede recuperar esas dos semanas del año donde se tienen que reducir las tarifas por las labores de mantenimiento del campo. De esta forma, se intenta minimizar, en lo posible, esas semanas de menores ingresos por reducir el greenfee amortizándolo durante el periodo de cuarentena.
Por otro lado el personal de recepción y administración ha tenido tiempo para organizar zonas comunes de almacenamiento, cuarto de palos, archivos, etc., mientras que el personal de Caddy Master ha realizado tareas de mantenimiento que normalmente nunca hay tiempo para ejecutar.
Estas han sido: recuperar y lucir elementos del campo como bancos, señalética, fuentes, etc. Se han barnizado los baños del campo. Se ha hecho una limpieza en profundidad de los lavabolas y las zonas de limpieza de jugadores y buggies. Se ha puesto a punto y desinfectado carritos y coches. En la cancha de prácticas se ha procedido a desbrozar todo el seto que rodeaba la misma, recuperar bolas y maquillar la zona donde están los puestos de entrenamiento. Se han arreglado jardineras de los alrededores de la Casa Club, reiterando, una vez más, que todos los colectivos han respetado las distancias de seguridad, han utilizado guantes, mascarillas, geles desinfectantes, atomizadores con solución desinfectante para los equipos de trabajo, etc.
En todo momento se ha pensado en la salud de los trabajadores y en su bienestar futuro. La otra opción habría sido realizar un ERTE como han hecho muchos otros campos de golf y perjudicar así la operativa de golf y la economía de muchas familias.
Todo ello servirá para que una vez se vuelvan a abrir las puertas de Izki Golf podrá decirse sin miedo a equivocarnos que será un campo a estrenar después de la cuarentena: los greenes no tienen un pique, los tees parecen greenes,… Se han pintado zonas comunes de la Casa Club, se ha reformado el servicio de hostelería con la instalación de un asador a la brasa y un nuevo equipo de restauración. También se ha negociado con proveedores y suministros y se ha facilitado el teletrabajo.
Por último y en relación a los clientes, en todo momento se ha atendido el teléfono para aclarar sus cuestiones. A los abonados que habían pagado sus cuotas se les prolongará su abono el tiempo que no han podido disfrutar de las instalaciones, y a los que todavía no habían pagado no se les cobrarán las mismas hasta la reapertura del campo. Incluso ahora mismo, desde casa, dirección, marketing y administración se atienden llamadas y emails para aclarar dudas o solucionar cualquier pregunta relativa a la operativa de golf presente y futura.
También se ha pensado realizar unas acciones en Redes Sociales durante las próximas semanas con las que animar a toda su comunidad en las que se regalarán greenfees y alguna otra sorpresa como productos locales como por ejemplo, vino.
Pingback: Izki Golf, un campo a estrenar tras la cuarentena. Vea los trabajos y arreglos en esta Galería de Fotos | OpenGolf | Noticias de Golf. Toda la Actualidad.