Desde hace años muchos piden a gritos la inclusión del actor estadounidense en el Salón de la Fama del Golf Mundial. Sus continuas apariciones en público apoyando este deporte –además de sus participaciones en los eventos Pro-Am- eran la excusa perfecta de sus admiradores para quererle hacer partícipe de una organización que honra la memoria de los más grandes con los palos en las manos.
Pero eso era inviable a todas luces. Por muy bien que cayese el comediante norteamericano no podía formar parte de esta institución. Sin embargo, nadie dijo nada de que no pudiese entrar en el Salón de la Fama de Caddies.
Así es. Bill Murray y sus cinco hermanos fueron galardonados la noche del miércoles con la entrada a este santuario, un privilegio concedido a “las personas que dedicaron sus vidas al juego del golf actuando como caddie o apoyando a los mismos”. Y es que no hay que olvidar que los cinco hermanos Murray –nacidos y crecidos en el área de Chicago, cerca de donde se disputa el BMW Championship- trabajaron como caddies en el Hill Club en Winnetka.
De hecho, sus anécdotas y experiencias sirvieron de inspiración a Brian Doyle-Murray –el mayor de todos los hermanos- para escribir junto a Harold Ramis y Douglas Kenney el guión de Caddyshack –El club de los chalados, en español- una comedia que narraba las disparatadas aventuras de cuatro miembros de un club de golf.
En este filme Bill Murray daba vida a Carl Spackler, el ridículo jardinero del Bushwood County Club que le declaró la guerra a una ardilla por destrozar la hierba en innumerables ocasiones. En Estados Unidos este largometraje ha conseguido la etiqueta de película de culto entre los amantes del golf, y es extraño el partido entre amigos en el que no salga a relucir ni uno solo de sus innumerables gags.
Así pues Bill Murray ya es historia viva del golf. Y qué mejor manera de celebrarlo que en Illinois, rodeado de familiares y amigos y con el BMW Championship de fondo. Ahora bien, veremos si las lluvias le dejan disfrutar al cien por cien de este fin de semana para el recuerdo.