Hace unos pocos días la zona de Gullane, en Escocia, lugar que el próximo mes acogerá el Scottish Open, sufrió de las inclemencias del tiempo en la que el viento fue el auténtico protagonista al sobrepasar los 100 kilómetros por hora. Tan fuerte soplaba que una de las carpas de hospitalidad salió volando, literalmente, quedando completamente destrozada de forma espectacular.
Bit breezy on Gullane Hill today… @ScottishGolf @ScottishOpen @bbcweather ?? pic.twitter.com/06YflFhS44
— Robin Muks (@RobinMuks) 14 de junio de 2018