Bubba abre su primera tienda de dulces y helados en Florida en la previa del PGA Championship

El estadounidense se ha convertido en el empresario más dulce de todo el planeta golf. Foto: @BubbaSweetSpot

Muchas veces se habrán hecho la pregunta de cómo pasan los jugadores esas horas que van de un torneo a otro cuando el lapso de tiempo entre varios campeonatos es tan corto como el de este año. Pueden imaginárselo. Hay algunos que prefieren entrenar para llegar a tope al próximo evento, otros aprovechan estos días para hacerse una pequeña escapada y también los hay como Bubba Watson, que ha pasado la semana entre el Open y la previa del PGA Championship en actos con los medios e incluso ¡abriendo su propia tienda de dulces!

Como leen. El buque insignia del equipo estadounidense para los Juegos Olímpicos de Río –con permiso de Rickie Fowler, Patrick Reed y Matt Kuchar- ha pasado prácticamente una semana dejando a un lado el golf y prefiriendo participar en la inauguración de su propia tienda, que tuvo lugar el pasado viernes 22 de julio en Pensacola (Florida). La Bubba’s Sweet Spot ha sido una idea llevada a cabo entre el jugador de PING, el desarrollador de negocios Quint y Rishy Studer, que llevaban tiempo trabajando en la posibilidad de crear un establecimiento cerca de la ciudad natal de Watson y que tuviera como protagonista a este dulce manjar.

Desde hace meses, al actual número 6 de la clasificación mundial se le ha visto implicado en llevar a buen puerto esta iniciativa, participando activamente en algunos de los aspectos como la elección a través de un vídeo en YouTube del logo del establecimiento –que, como no podía ser de otra manera, contará con su cara, su tradicional palo rosa y un helado haciendo de tee-. El único problema va a ser tener que aguantarse la idea de comerse su propio género: “¿A quién no le gustan los caramelos, los dulces o los helados? Voy a gastar más dinero del que voy a ingresar”, bromeó.

Watson, que llegó el pasado domingo al Baltusrol GC, reconoció que llevaba una semana entera –desde que finalizó su participación en Escocia- sin tocar ni un palo de golf, algo que le ha venido bien para recuperarse de ese T39 cosechado en Royal Troon. En solo unas horas saldremos de dudas sobre si estar tantos días desenganchado le ha merecido la pena.