Muchos golfistas todavía no se han enterado de que son un espejo en el que muchos chavales se miran e intentan imitar. Es por esto por lo que nos provocaron tanta desazón aquellas palabras de Rory McIlroy en las que decía que él no era ejemplo de nada, que había llegado a este deporte para ganar dinero y trofeos, no para hacer crecer el juego. Por suerte, no todos piensan de la misma manera que el norirlandés.
Ha tenido que ser Bubba Watson, uno de los más “odiados” de todo el circuito norteamericano, el que ha dado el primer paso para que todos arrimen el hombro en un asunto de tanta gravedad como las inundaciones que se están produciendo en Louisiana desde principios del mes de agosto. Y es que este estado ubicado en el sur de los Estados Unidos ha sido víctima de una de las grandes catástrofes de su historia por culpa de las lluvias, que se han llevado la vida de más de una decena de personas y ha provocado el rescate de más de 20.000, eso sin contar la cantidad ingente de casas y negocios que se han ido al traste.
Louisiana necesita ayuda y ha sido el golfista de PING el primero en aportar su granito de arena. El jugador nacido en Bagdad (Florida) ha extendido un cheque por valor de cien mil dólares para el proceso de reconstrucción de la zona. Poco es para paliar un desastre de tal envergadura, pero toda piedra hace pared. Ted Scott, caddie del jugador y natural de esa región, quiso agradecerle el gesto al deportista, a la vez que confirmó que él donará el 10% de todo lo que consiga en los PlayOff de la FedEx Cup que arrancan en solo unas horas en Nueva York.
No es la primera vez que vemos al bicampeón de Augusta tener un gesto de esta magnitud en un desastre natural. Sin ir más lejos, si volvemos un poco la vista recordaremos el cuarto de millón de dólares que entregó a The Greenbrier Resort para ayudar a la reconstrucción del campo de golf, la mayor fuente de ingresos de la zona. Estas son las acciones que hacen grande a una persona y que transmiten los valores de este deporte. Un ejemplo que, esperemos, sea secundado por sus colegas de profesión.