Cinco títulos en los últimos once meses le avalan como uno de los jugadores más en forma de todo el circuito norteamericano. El actual número cuatro del mundo arrasó el pasado fin de semana en el Hero World Challenge sobre la hierba del Albany de New Providence (Bahamas) y confirmó las buenas sensaciones del jueves. Un resultado de 25 bajo par que le dejó a las puertas del récord que un año antes consiguió su compatriota Jordan Spieth (-26).
Esto ha provocado que los medios de comunicación norteamericanos comiencen a hablar de Bubba como uno de los más duros rivales con los que va a tener que pelear esta temporada el Big Three que conforman Rory McIlroy, Jason Day y el propio Spieth. Y es que Watson ya ha demostrado en más de una ocasión que es capaz de luchar junto a los mejores en los escenarios más grandes del mundo –todos recordarán el histórico PlayOff contra el sudafricano Louis Oosthuizen que le dio su primera Chaqueta Verde en Augusta-.
Pero esto fue hace ya más de dos años y medio y, desde entonces, las victorias en Majors se han puesto muy caras. Es por esto que el jugador de Bagdad se ha propuesto un reto. “Si alguna vez consigo llegar al número uno, me retiro”, confirmó ante los medios tras su victoria en Bahamas.
“Sí, ganar el Hero World Challenge es algo muy grande en mi carrera profesional, pero no lo veo como los otros diez torneos que he conseguido desde que estoy en el PGA. Si alguna vez quiero llegar al número uno tengo que ganar unos cuantos campeonatos más. Y os voy a decir una cosa: si ese día llega me iré. Quiero retirarme estando en lo más alto. Pero seamos honestos, nadie cree que eso vaya a suceder nunca”, bromeó el jugador de PING.
Aunque las posibilidades están ahí. Si consigue vencer en tres eventos más antes del Masters y después vuelve a coronarse en Augusta su asalto al número uno sería una realidad. Pero claro, eso son castillos en el aire. De momento no le queda otra que esperar agazapado en esa cuarta posición.