El norteamericano demostró que también puede flotar sobre las aguas para conseguir un golpe tan difícil como innecesario. Difícil porque la bola se quedó hundida en una especie de charca y tuvo que tirar de muñeca para llevarla a green. E innecesario porque, en el caso de que ocurriera durante un torneo, lo más lógico sería dropar y evitar los quebraderos de cabeza y la pequeña ducha después de golpear la pelota. Pero cada persona es un mundo, y a Bubba le motivan los retos.
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