Hace unos días realicé la maravillosa ruta andando del camino francés que va desde Roncesvalles a Logroño. 5 días llenos de anécdotas, vida centrada en andar, recuperarse y pensar, mucho pensar.
El camino se realiza por múltiples motivos, y te vienen a la cabeza todo tipo de ideas y pensamientos, que vas a ir solucionando y revisando con la cantidad de tiempo que tienes para ello.
Yo en mi caso, entre los muchos pensamientos, se te viene a la cabeza, las similitudes de este gran paseo con el mundo del golf. Deformación profesional o recalentamiento interno, no lo sé.
El bastón me parecía un palo de golf, la bolsa de golf/la mochila, la gorra/el gorro de paja, el recorrido una etapa, los peregrinos/partidas de jugadores, el tee de salida/el albergue, la tarjeta de resultados/las credenciales, cada golpe/un paso, la visión del golpe/la estrategia del día, la bandera/la cama, el trofeo/la sopa, la entrega de premios/los amigos peregrinos que vas haciendo, en fin y así hasta pensar que estaba jugando al golf de una manera mucho más natural, humilde, silenciosa y gratificante.
El resultado tanto de un día de golf como del camino, es una jornada deportiva, con su estrategia previa, esfuerzo físico, lleno de relaciones sociales y con el objetivo de realizar el menor número de golpes/pasos para poder contar en el hoyo 19/albergue lo bien que lo has pasado, todo lo que te ha ocurrido y pensar, meditar y preparar el siguiente día.
En el golf siempre se dice que hay que dejar los problemas del día a día a un lado, si se quiere uno concentrar y realizar un buen resultado.
En el camino, los problemas puedes llevarlos encima, y muchos los solucionas, gracias al esfuerzo de tus pasos, el tiempo de meditación, y sobre todo, dándote cuenta que todo es solucionable, observando el entorno natural y maravilloso que te vas encontrando y la cantidad de tiempo que tienes.
Aconsejo jugar más al golf y realizar el camino, aunque sólo sea una etapa, te permitirá mejorar tus resultados personales, existenciales y darte un lavado interno esencial para afrontar el mundo, que cada uno vivimos, de manera mejor y con otra visión
Viva el golf y viva el camino. Buen Golpe, Buen Camino
Autor: Pablo Riestra, Consultor de Golf