Lo tradicional en un campo de prácticas de golf es recoger las bolas en buggie con la correspondiente herramienta anclada al vehículo y convenientemente protegido. Los hemos visto de todas clases, viejos, destartalados, relumbrantes e incluso en forma de Ferrari. Pero lo que nunca habíamos visto era al hombre-jaula, un sujeto recubierto de una red y con un hierro en la mano y un cubo en la otra a tiro de cualquier jugador que en ese momento esté entrenando. ¿El lugar? en la ciudad filipina de Cebu.





