Si algún golfista está leyendo esto que sepa que no se trata de ninguna broma. Chambers Bay fue capaz de sacar lo peor de muchos de los jugadores que se dieron cita el pasado junio en el segundo Grande de la temporada, el US Open.
Bolas que botaban como conejos, greenes con pendientes imposibles, trayectorias que no parecían seguir una dirección lógica… En definitiva, la elección del campo situado en University Place (Washington) no dejó indiferente a nadie, especialmente a los deportistas que lo sufrieron, que criticaron su estado y afirmaron que jugar allí podría ser muy entretenido para el espectador, pero un suplicio para los que intentaban domar a la bestia, dada su enorme dificultad.
Pues bien. Estas opiniones han parecido caer en saco roto. Y es que Sonnenblick Development, una empresa de desarrollo logístico con sede en Los Ángeles, ha llegado a un acuerdo preliminar con el condado de Pierce –que posee Chambers Bay- para construir un hotel con 220 habitaciones, además de un campo de golf de 18 hoyos en las inmediaciones, según unas informaciones aparecidas en el News Tribune. O lo que viene a ser lo mismo: Chambers Bay se ha visto rodeado de tanta polémica desde que se disputó el Major que multitud de personas estarían dispuestas a pagar para sentir de primera mano cómo la bola le hace la serpiente en el green, como ya le ocurrió a Billy Horschel.
Robert Trent Jones II, quien ya diseñó Chambers Bay, afirma que es prematuro llegar a una conclusión, pero reconoce que ha habido contactos para formar parte del grupo de trabajo que lleve a la práctica el nuevo complejo: “En primer lugar estamos haciendo un estudio para Sonnenblick Development. Ellos tienen la intención de construir un hotel en esta zona y les gustaría ver algún proyecto con un campo cerca”, recalcó el diseñador, aunque dejó claro que “todo está todavía en el aire”.
Lo que sí es seguro es que sería muy difícil imitar un recorrido tan traicionero como el que fue sede del Major: “Puede o no haber campo de golf, pero si hay será complicado mimetizar Chambers Bay. Deberíamos pensar en bajarle algunos puntos de dificultad”.
Y es que no hay nada como salirse de lo tradicional, aunque disguste a muchos, para que atraiga la atención de multitud de personas.