La estadounidense Christina Kim vuelve a sonreír. Tras superar una grave depresión que le llevó incluso a plantearse varias veces acabar con su vida, la golfista ha vuelto a ganar un torneo, el Lorena Ochoa Invitational de México, tras superar a la china Shanshan Feng en el desempate.
Las redes sociales se inundaban con mensajes de felicitación y cariño para Kim, que siempre ha tenido al público muy cerca. Y es que la jugadora californiana ha pasado años realmente duros, desde que una lesión de espalda tras un masaje condicionó negativamente su golpeo desde el tee y su juego en general.
Tras eso, su rendimiento y su autoestima cayeron, llegando incluso a rondar su cabeza el suicidio. “Empecé a cortar la relación con la gente, rompí con mi familia y luego me convertí en un ermitaño. Solo salía de casa para entrenar”, explica. “Depresión. Pienso en el suicidio. Irritabilidad. Incapacidad para sonreír. No, no es un anuncio de prozac, esta ha sido mi vida los dos últimos años”, reconocía Kim en su blog personal. Por suerte, la idea de hacer daño a sus seres queridos la detuvo.
Afortunadamente, la jugadora norteamericana, que ahora suma 30 años, ha recuperado la sonrisa y, al parecer, va retomando su mejor juego, alcanzando su primera victoria en el LPGA Tour desde 2005. Parece que ha vuelto “el alma de todas las fiestas”, como la llamó en una ocasión la jugadora de ascendencia letona Natalie Gulbis.