El concurso para adjudicar la construcción del campo del siglo, que albergará el retorno del golf al menú olímpico en Río 2016, se ha convertido en una guerra de nervios. El Comité organizador de los Juegos aplazó hasta marzo una decisión cargada de dólares en la trastienda, cuando tenía que haber cerrado el asunto el pasado 3 de febrero. La visita que el COI realice en marzo a la ciudad brasileña será definitiva para conocer al ganador.
Gary Player, Jack Nicklaus junto a Annika Sorenstam, Greg Norman con Lorena Ochoa, Robert Trent Jones jr., Gilbert S.Hanse, Tom Doak, Thompson-Perret y Haetree Ltd son los ocho finalistas, cuyos diseños están hace tiempo encima de la mesa de los organizadores de Río 2016.
Pero Río 2016 no se decide. La repercusión mundial del evento olímpico y la notoriedad para el diseño ganador han desatado disparidad de criterios en cuanto a la selección del ganador y, paralelamente, una tensión de alto voltaje entre los candidatos a construir el primer campo de golf olímpico desde 1904, el año en el que este deporte entró en el programa de San Luis.
Los terrenos en donde se ubicará el futuro campo distan unos 5 kilómetros de la Villa Olímpica, y siete del Centro de Prensa. El recorrido de 18 hoyos, que albergará las competiciones masculina y femenina, se estará en una zona aún sin explotar llamada Reserva de Marapendi, en Barra de Tijuca, a las afueras de Río de Janeiro.
Sorenstam, que ha sido tanteada reiteradas veces para capitanear al próximo equipo de la Solheim Cup, está a la espera del veredicto en Río. Y es que este campo seguro que hará historia.