Muchos lo intentan, pero pocos pueden compararse con el Pisha. Este jugador amateur intentó imitar el histórico golpe del malagueño en el 17 del Old Course de St. Andrews, pero el resultado no fue ni mucho menos parecido. De hecho, al golpear la pelota contra el tablón de madera la bola cogió la dirección contraria a la que pretendía, con tan mala suerte que fue directa a las partes nobles de su compañero de partido, que acabó rodando por el suelo ante la risa generalizada. Puede dar gracias de que no iba demasiado fuerte.