Cuando los eventos clasificatorios semanales para los torneos del PGA Tour estaban a la orden del día, siempre encontrábamos alguna noticia increíble de golfistas que se habían clasificado para el campeonato de turno sobre la bocina. Bien, olviden todo eso y lean a continuación las siguientes líneas, porque puede ser la clasificación más rara que se ha producido en un evento y quizá no lo volvamos a ver. Y es que la historia en cuestión tiene de todo: un jugador que actúa de cenicienta, una sorpresa que nadie espera y, por supuesto, un final feliz.
Todo ocurrió este pasado martes en el Maridoe Collegiate Invitational, un torneo universitario que daba un billete al próximo Houston Open. Allí, Kyle Hogan, un jugador de Texas Tech que no había conseguido clasificarse en los dos primeros eventos del curso, dio la campanada después de no estar ni siquiera entre los cinco titulares del equipo. De hecho, le tocó participar de manera individual sin el apoyo de sus compañeros. Pero esto no hizo más que hacerle crecer y con tres rondas de 74, 68 y 73 impactos se convirtió en el único golfista sobre el Maridoe Golf Club texano en finalizar por debajo del par.
Un rara avis que adquiere tintes de proeza al comprobar que Hogan es actualmente el número 323 del mundo en el Ranking Mundial Amateur y que nunca ha traspasado la barrera del Top 300. Además, por si esto fuera poco, hace dos meses finalizó en la penúltima posición del US Amateur. Pero todo este background no impedirá que el joven deportista norteamericano esté en apenas dos semanas en el Memorial Park Golf Club para la disputa del Vivint Houston Open. Toda una recompensa de la que tratará de disfrutar.