El pasado viernes una mera entrevista a un jugador de golf semidesconocido en una radio de Michigan generó una gran repercusión en Estados Unidos. Dan Olsen compareció ante los micrófonos de la WVFN con el pretexto de transmitir información privilegiada acerca de la ausencia de Tiger Woods en el circuito.
Este golfista afirmó que “un testigo, una persona creíble” le había confirmado que Tiger había sido suspendido un mes por el PGA debido al uso de drogas para mejorar el rendimiento. Pero las acusaciones no quedaron aquí. Olsen también tuvo tiempo para poner el dedo acusador sobre Nike, de la que dijo proporcionó bolas adulteradas a Woods, en peso y tamaño. Sin embargo, multitud de personas han salido en defensa de Woods y a Olsen no le ha quedado más remedio que retractarse.
“Me retracto de toda la entrevista. Mis comentarios fueron imprudentes”, escribió Olsen en un comunicado transmitido a la misma emisora. El jugador, que no participa en un torneo del PGA Tour desde 2011, había llegado a comentar que en cuanto se supiera todo, “Woods superaría a Lance Armstrong en infamia”, pero ha tenido que disculparse. “Todo lo que dije en aquella entrevista era solo mi opinión, no estaba basada en ninguna información de primera mano. Me quiero disculpar con Tiger, Nike, Phil Mickelson, el comisionado Tim Finchem y el PGA Tour en general”.
Desde el agente de Woods, Mark Steinberg, pasando por la propia Nike hasta llegar al vicepresidente ejecutivo del PGA Tour Ty Votaw, todos se volcaron enseguida en desmentir estas afirmaciones, lo que confirma el apoyo que está recibiendo Tiger en una de sus peores etapas como profesional. Woods, ganador de catorce Majors, consiguió su último grande en 2008 y todavía se desconoce si disputará el próximo mes el Masters de Augusta.