Uno de los grandes candidatos a capitanear al equipo europeo en la próxima Ryder Cup en 2016 es Darren Clarke. El golfista norirlandés aspira a dirigir al conjunto continental en Hazeltine, Minnesotta (EEUU) dentro de dos años, un puesto para el que también ha sonado Miguel Ángel Jiménez.
Clarke se ha mostrado dispuesto a seguir con la inercia ganadora que ha dejado el último capitán, Paul McGinley, con quien Europa consiguió el trofeo en Gleneagles este año.
El jugador de 46 años ha reconocido cierta inestabilidad en su relación con McGinley en los momentos previos a la cita bienal, aunque lo ha achacado a terceros: “alguien se hizo una idea de lo que estaba pasando, la hizo correr y yo nunca tuve la oportunidad de dar mi opinión”.
Eso sí, Clarke manifiesta que tiene “una cantidad enorme de respeto” por McGinley, a quien, “si tengo la suerte de tener este cometido –el de la capitanía—en 2016, le preguntaré qué hizo en Gleneagles” para ganar.
“Paul hizo un trabajo fantástico y fue un capitán maravilloso, no hay por qué arrastrase hasta cualquier cosa que está en el pasado”.