Finalmente no habrá permuta de última hora en el proceso de selección de los golfistas europeos de cara a la Ryder Cup que se celebrará en Hazeltine (Minnesota) el próximo año. Así lo ha confirmado ante los medios de comunicación el capitán Darren Clarke, en la previa del Irish Open que arranca en apenas unas horas en el Royal County Down de Newcastle.
De esta manera, el deportista norirlandés contará con nueve jugadores clasificados en función del ranking y tendrá a su disposición tres invitaciones, del mismo modo que su predecesor Paul McGinley.
Los experimentos con gaseosa. Esto es lo que habrá pensado Darren Clarke ante la posibilidad de cambiar el método de clasificación para la Ryder Cup. Europa no seguirá, por tanto, el ejemplo del equipo estadounidense, que estableció –con la ayuda de la Ryder Cup Task Force– un proceso meritocrático de participación en el evento, en función de los resultados obtenidos a lo largo del año.
Europa se desmarca de esta propuesta y seguirá entregando las características invitaciones. Se estuvo barajando la posibilidad de repartir dos pero, tras mucho meditar, Clarke decidió dejar todo como estaba.
“Pensé mucho sobre ello”, afirmó el golfista de Dungannon. “Me debatí entre los diferentes sistemas, pero mi sensación general era que si el método actual le había dado tantos resultados a Paul (McGinley) en Gleneagles, hubiese sido estúpido realizar cambios. El día de mi presentación afirmé que tenía la intención de montar el mejor equipo posible y este sistema me da la oportunidad de hacer eso precisamente”.
De este modo el equipo del viejo continente tendrá, además de las mencionadas wild cards, nueve golfistas clasificados por méritos propios. De ellos, cuatro saldrán del ranking de puntuación del European Tour y los cinco restantes de los puntos obtenidos a nivel mundial. Y es que si algo va bien, ¿para qué tocarlo?