Por un día, el protagonismo del golf no estuvo en los profesionales sino en los jugadores aficionados que hoy han disputado el Pro-Am del XXVIII Campeonato de España PGA-Premio Liébana 2017 que comienza mañana viernes hasta el domingo 2 de agosto, y en el que participarán nombres destacados del golf nacional. Y la atención se centró, sobre todo en dos de ellos.
El cantante David Bustamante, natural de San Vicente de la Barquera, a quien el gusanillo del golf le ha enganchado completamente: “Entre ganar Eurovisión y ganar este Pro-Am, prefiero ganar el torneo; lo veo mucho más factible que ganar el Festival de la Canción”, bromeó el cántabro, feliz por jugar en su tierra.
Bustamante salió emparejado con el profesional madrileño Carlos Balmaseda, actual líder del Ránking de Madrid de Profesionales, y uno de los favoritos para la victoria en el torneo que el año pasado se le escapó en la última jornada. Se impuso entonces Jacobo Pastor, en play-off sobre Borja Virto, que no ha podido defender su título debido a una lesión en la muñeca que le mantiene alejado de la competición durante los dos últimos meses.
“Para ganar en Santa Marina hay que tener muchísima paciencia, sobre todo en los Pares 5, que parecen muy asequible pero que te pueden dar un disgusto. Echaré de menos no poder defender mi título y espero que acuda mucha gente al torneo como el año pasado; a los profesionales nos gusta jugar con gente”, explica el campeón de la pasada edición.
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Y si hubo un partido que compitió en público y atención con el de Bustamante fue el de otro jugador de la tierra, José Antonio Salas, que con tan sólo 5 añitos se batió el cobre con los profesionales y disputó los 18 hoyos de Santa Marina a pie, llamando la atención sobre todo con su juego corto de aproximación al green y su putt certero.
“No ha dormido en toda la noche pensando que jugaba hoy su primer torneo con profesionales”, explica su madre, que cuenta orgullosa como el pequeño José Antonio ya daba sus primeras bolas en una cancha de prácticas con año y medio. “Aún no sabía andar, y se encaramaba al parque de bolas que le compramos y sacaba el palo de plástico por la barandilla para dar sus primeros swing”. Su premio al acabar de jugar es siempre una chocolatina y el trofeo más preciado: una copa recortada en cartón y plastificada que ganó en el primer torneo infantil del club hace dos años.
Mayor será el montante para los profesionales que lucharán los por los 40.000 euros en premios que reparte el torneo, que se disputará a tres vueltas, 54 hoyos, con el corte el sábado que superarán los 40 mejores más empatados. En ese grupo de privilegio esperan estar Javier Colomo, ganador esta semana de la última prueba del Circuito de Madrid de Profesionales; José Manuel Carriles, natural de Pedreña, tierra de Seve: “El más grande que ha dado esta tierra y el mundo del golf”.