¿Qué le pasa a Jordan Spieth? Esta parece ser la pregunta de moda en el circuito norteamericano desde hace ya más de un mes. Y no es para menos. En sus últimas cuatro participaciones lo máximo que ha podido conseguir es un T17 en el WGC-Cadillac disputado en Doral –con un corte en el Northern Trust Open de por medio-.
“Las cosas han cambiado”, ha llegado a decir el texano hace pocas fechas. “Ahora sales a jugar y hay mucha gente viéndote. Además, aunque tengas un mal día debes salir y responder a todos, ser amable con la gente… Si no haces esto puedes ganarte una mala reputación”, comenta el joven golfista norteamericano.
En definitiva, que el yerno de América sigue sin haberse acostumbrado a ser el centro de todas las miradas –pese a contar ya con un Masters de Augusta y un US Open-. Tal es el punto en que se encuentra que ya son muchos los compañeros que han salido en su defensa. Uno de los últimos casos es el del australiano Jason Day, que rompió una lanza en los medios de comunicación a favor del número 1 del mundo.
“Estoy preocupado por él, porque no sé si está haciendo demasiadas cosas tanto con el golf como con los patrocinadores. Así lo único que está consiguiendo es quemarse y pasar por un bache. Quizá lo que realmente quiere Jordan es estar fuera de la hierba durante algún tiempo”, comentó el deportista aussie.
“Todo el mundo pasa en algún momento por eso. Ha jugado mucho al golf, especialmente en los últimos años. Solo hay que fijarse en los eventos disputados dentro de la clasificación mundial para hacerse una idea de todo lo que lleva encima”, sentenció.
Y puede que el oceánico tenga razón. Quizá lo único que le falta sea descansar un poco. Eso o ganar su segunda Chaqueta Verde, con la que seguro acallaría a sus detractores.