Todavía sigue coleando la actuación de la USGA respecto al golpe de penalidad que le otorgaron a Dustin Johnson en el hoyo 5 del pasado domingo. No ya por la infracción en sí –que puede ser más o menos entendible-, sino por el desconcierto que la organización provocó en el estadounidense, que con siete hoyos para terminar la vuelta fue avisado de que a la finalización de la misma procederían a la revisión de las imágenes con él para determinar si le sumaban o no un impacto en el día.
Imagínense por un momento la cara del deportista de Columbia. Jugándose el US Open con una ventaja de solo un golpe respecto a Shane Lowry y un árbitro le comunica en persona todo lo dicho anteriormente. Los fantasmas volvieron a sobrevolar la cabeza del norteamericano, que veía cómo un nuevo contratiempo se interponía entre el US Open y él.
Y es que, con tantas cámaras que hay que captaron al momento el incidente, ¿por qué no se delegó en el árbitro la responsabilidad de dictaminar directamente si era sancionable o no? Lo único que generaron fue inestabilidad, y esto mismo fue lo que criticaron algunos golfistas en las redes sociales, siendo Rory McIlroy, Jordan Spieth y Rickie Fowler los más críticos con la USGA.
Tampoco hay que olvidar que no era la primera chapuza de la organización durante el campeonato, que ya vio cómo los jugadores que vieron suspendidas sus rondas hasta en tres ocasiones durante la primera jornada por culpa de las lluvias, se quejaban amargamente por la falta de organización en un caso así. Uno de los afectados fue Rafa Cabrera-Bello que, a través de Instagram, criticó que les tuvieran más de una hora en el campo sin calentar.
Pues bien, ante la avalancha de quejas, la USGA ha lamentado en un comunicado la distracción causada el domingo. “Lamentamos profundamente la distracción causada por la decisión de esperar al final de la ronda para dictaminar si era o no sancionable la acción de Dustin Johnson. Si bien nuestra idea era tomar la decisión correcta, hemos creado confusión después de comunicarle al jugador en el tee de salida del 12 que podría dar lugar a sanción su acción en el green del hoyo 5. Está claro que todo esto creó ambigüedad tanto en los jugadores como en los espectadores, y lo lamentamos. Sin embargo, en casos así nuestra prioridad es hablar antes con el jugador”, manifestaron.
Sea o no lo correcto, lo cierto es que la USGA estuvo muy cerca de provocar un terremoto en Oakmont. Por suerte para todos, no pasó nada cuando los cuatro golpes de ventaja de Johnson se transformaron en tres al entregar la tarjeta. Pueden dar gracias.