Hace mes y medio una noticia resonó con fuerza en los medios de comunicación anglosajones. “Sir Nick Faldo fija la fecha de su retirada después del British Open”, escribían los tabloides británicos un día después de conocerse la decisión adoptada por el inglés.
El golfista de 57 años comunicaba que disputaría por última vez el torneo en julio del presente año, conmemorando el cuarto de siglo desde que consiguiera su segunda Jarra de Clarete en el campo de St. Andrews, sede en la que tendrá lugar la edición del próximo mes.
“Los recuerdos más afectuosos de mi trayectoria en este gran deporte los guardo en fotografías y emociones que viví en St. Andrews. Esta última participación significa mucho para mí”, afirmó el deportista británico en un emocionante comunicado. A partir de aquí, numerosas personalidades del mundo del golf se pusieron manos a la obra para dotar al British Open ’15 de ese cáliz de homenaje que tendría la última participación de Faldo.
“Es una figura inspiradora para todo el deporte anglosajón. Cuando finalice su participación recibirá una gran ovación como los grandes campeones de merecen”, llegó a afirmar Peter Dawson, director de la Royal and Ancient (R&A), una de las máximas autoridades de este deporte en todo el mundo.
Sin embargo, todo ha cambiado en las últimas 24 horas. En un giro inesperado de los acontecimientos Nick Faldo, a través de su cuenta de Twitter, anunció que sería su último campeonato en St. Andrews, pero que seguiría en la brecha durante dos años más.
“Nuevo plan: Troon fue el primer British al que asistí y Birkdale el primero en el que jugué. En 2015 será el último en St. Andrews, pero tengo la intención de seguir en forma. Jugaré dos más”. Este fue el mensaje con el que el ganador de tres Chaquetas Verdes y tres Jarras de Clarete sorprendió al mundo en la tarde del lunes. Así pues, Faldo dejará solo en el centro de atención al estadounidense Tom Watson, quien dirá adiós al deporte profesional.
El norteamericano, cinco veces ganador del Open Británico, cruzará por última vez el puente de Swilcan el próximo mes. Y aquí sí que parece que no va a haber vuelta atrás.