Todo el mundo esperaba su vuelta. Desde que comunicó que formaría parte de los golfistas que participarían en el Masters de Augusta Tiger Woods se convirtió automáticamente en uno de los centros de interés. Durante cuatro días se ha visto sometido a la mirada incriminatoria de sus detractores, que afirmaban que nunca podría recuperar su mejor juego.
Él, lejos de que la presión le afectara, supo competir. Pasó el corte el viernes y llegó a disputar en la jornada del domingo el partido junto al gran favorito Rory McIlroy. Finalmente acabó decimoséptimo, empatado con Sergio García, con un meritorio cinco bajo par. Aunque, sin lugar a dudas, el gran mérito lo tuvo el último día, donde el californiano disputó renqueante los últimos nueve hoyos debido a una lesión producida en el 9.
La salida desde el tee no había sido todo lo buena que el americano hubiese querido. Eso le obligó a hacer su segundo golpe cerca de los árboles, en una zona cubierta de hojas. Lo que no se esperaba Tiger es que, debajo de esas hojas, se escondía la raíz de uno de los árboles del entorno, que se interpuso en su camino en el momento del golpeo.
¡Auch! El grito de Woods dejó sorprendido a los presentes, que no sabían lo que había ocurrido. Pese a temer por la retirada, el californiano aguantó y finalizó su participación en Augusta. Al ser preguntado posteriormente sobre la jugada por el periodista de la CBS Bill Macatee, el otrora número uno mundial reconoció que se había hecho a sí mismo una pequeña operación quirúrgica: “Cuando golpeé la bola un hueso se me salió un pelín de la articulación, pero conseguí volverlo a poner en su sitio”. El periodista, atónito, le respondió: “¿En serio?”
El deportista de 39 años compitió por primera vez esta temporada en febrero, cuando en Torrey Pines tuvo que retirarse antes de finalizar el torneo debido a una lesión en la espalda. Está por ver cómo evoluciona la temporada, pero el americano ya advirtió a los periodistas que se iba a tomar un tiempo de descanso antes de prepararse para el Abierto de Estados Unidos del próximo junio. Hasta los médicos más humildes necesitan un tiempo fuera de las consultas.