Eduardo Celles, profesor de Jon Rahm, director y fundador de la Escuela de Golf Celles y colaborador de lujo en OpenGolf tenía una cuenta pendiente con The Open por varios motivos, tanto personales como sentimentales, una cuenta que ha quedado saldada esta misma semana desde el momento que aterrizó en tierras escocesas.
Y es que el profesor Celles considera un premio el estar presente en esas tierras escocesas, unas tierras que ya había visitado su padre allá por los años 50 como jugador. Una cuenta pendiente finiquitada consigo mismo, con Carnoustie como telón de fondo.
«Buenos días a tod@s, ayer jueves fue un día especial para mi, un día que no olvidaré ya que viajaba a mi primer Open. Desde que aterricé en Edimburgo todo era especial, aquí huele a Golf por los cuatro costados y el trayecto, así como la llegada al campo, lo viví con un hormigueo en el estómago como nunca en otros torneos en los que he estado me había sucedido, y ello, a pesar del tiempo que nos recibió con un sol más parecido al de Marbella que al típico de Escocia por lo que se me quedó algo descafeinado ya que me esperaba un día más British con lluvia y viento con un campo durísimo y con unos greenes no muy rápidos.
Jon empezó el Open con la estrategia que me había dicho la semana anterior cuando estuvimos practicando en La Escuela: pegándole al driver en casi todos los hoyos. Y así fue durante todo el día, fallando pocas calles excepto la del 4, cuando envió la bola al hazard y la del 10 al búnker de la izquierda.
El los pares 3 cogió el green en todos, mientras que los golpes al verde fueron muy regulares. A Jon se le ve convencido y tranquilo con su juego, el único pero fue el putt del que necesitó 33 golpes. Si seguimos jugando así y firmamos tres vueltas iguales o parecidas…«.