Con la exactitud de un reloj suizo, así es como parece haber llegado el canario al final de la temporada en el European Tour. Solo hay que ver este vídeo que publicó hace unos días en las redes sociales para darse cuenta de tal circunstancia. El jugador español se encontraba tirando unas bolas en el campo de prácticas y se propuso el reto de adivinar antes que los sistemas electrónicos la distancia que había recorrido su último lanzamiento. Y vaya si lo hizo. Pegó y se volvió diciendo 118. Y ahí estaba. ¡118.1!Y es que no hay nadie mejor que el propio golfista para medir su propio juego. “Caray, qué bien sienta ser un gangsta”, afirmó riéndose momentos después.
Damn it feels good to be a gangsta!!?????????????? @TitleistonTour @FootJoyEurope @oakley @Lopesan @EuropeanTour #ThugLife pic.twitter.com/4bhlJUQ8tR
— Rafael Cabrera Bello (@RCabreraBello) noviembre 10, 2015