Pasaban unos minutos de la medianoche en España cuando empezaron a escucharse las primeras noticias sobre el accidente que había sufrido una estrella de Hollywood en un campo de golf.
El actor de emblemáticas sagas como La guerra de las galaxias o Indiana Jones, Harrison Ford, se había estrellado mientras pilotaba un Ryan Aeronautical ST3KR, avión de entrenamiento de la Segunda Guerra Mundial, en el campo de golf Penmar de Mar Vista(California), un complejo situado a pocos kilómetros del aeropuerto de Santa Mónica.
El Departamento de Bomberos de Los Ángeles confirmó, minutos después, que el artista estadounidense era el único ocupante del aparato y que iba a ser trasladado al Hospital Santa Mónica, donde a estas horas sigue ingresado.
“Harrison pilotaba un avión antiguo que data de la II Guerra Mundial que tuvo un problema en el motor poco después de haber despegado. No tuvo otra opción más que hacer un aterrizaje forzoso. Ha sido ingresado en el hospital, donde está siendo tratado. Sus heridas no son graves y los médicos esperan que se recupere totalmente”, informa el portavoz de Ford en un comunicado. “Tenía sangre por toda la cara”, declaró a NBC News Howard Tabe, uno de los empleados del complejo. “Dos médicos estuvieron tratándole en el propio campo, yo les ayudé en lo que pude”, prosiguió.
Harrison Ford es una personalidad dentro del aeropuerto de Santa Mónica, donde tiene su propio hangar y desde donde suele comenzar sus vuelos. Éste no es el único accidente que el actor de 72 años ha sufrido sobrevolando el cielo norteamericano. En el año 2000 sufrió un percance con un avión de seis pasajeros en Lincoln (Nebraska), y un año antes fue protagonista de un accidente de helicóptero a unos 90 kilómetros de Los Ángeles. El actor siempre se ha tomado con humor estos contratiempos, calificándolos como “duros aterrizajes”. Esperemos que este susto se quede, una vez más, en una de esas curiosas anécdotas con las que ilustra sus entrevistas.