Chambers Bay podría entrar de nuevo en escena más pronto de lo que muchos golfistas desearían. Y es que tras la disputa del US Open de finales del mes de junio -con ese trepidante desenlace en el último hoyo que acabó coronando a Jordan Spieth- el Condado de Pierce, lugar en el que se sitúa el complejo dentro del estado de Washington, expresó abiertamente su deseo de que el segundo Grande del año vuelva a disputarse allí en un plazo no muy elevado de tiempo.
De momento se trata sólo de eso, de una esperanza, pero imagínense cómo se habrán tomado estas palabras jugadores de la talla de Billy Horschel, que llegó a calificar los greenes de este campo como “los peores que ha tenido en su historia un US Open”. La polémica está servida.
Y es que todo responde a intereses económicos. En un resumen financiero publicado la semana pasada, el Condado de Pierce reveló 5,07 millones de dólares de beneficio durante el presente ejercicio, de los que forman parte los 2,5 millones otorgados por la USGA (Asociación de Golf de los Estados Unidos) en concepto por el alquiler del campo y los cerca de dos millones del programa de hospitalidad corporativa de la USGA.
Además, a esto hay que sumarle el consumo de los turistas que se desplazaron a Washington esos días para seguir de cerca el evento. Vamos, lo que suele llamarse una operación rentable.
“La conclusión es que el US Open de 2015 fue un gran evento para todos y queremos verlo de regreso muy pronto”, comentó el ejecutivo Pat McCarthy en la página web del Condado de Pierce. “Estos son solo los números elaborados por el condado. Esperamos que los resultados de un estudio independiente sobre el impacto económico en la región de Puget Sound y en el estado de Washington puedan estar listos pronto y tener una mejor valoración en su conjunto”.
De momento, lo único cierto es que no será, en ningún caso, en los nueve próximos años, pues la USGA ha adquirido ya el compromiso de llevar el torneo a Pennsylvania (Oakmont), Wsconsin (Erin Hills), Nueva York (Shinnecock Hills), California (Pebble Beach), Nueva York (Winged Foot), California (Torrey Pines), Massachussetts (The Country Club), California (Los Ángeles Country Club) y Carolina del Norte (Pinehurst), respectivamente. Algunos golfistas pueden respirar tranquilos.