No hay semana en la que alguien no aparezca preguntando por Tiger. El californiano, como ya se imaginan, sigue concentrado en el proceso de recuperación que le debe llevar a una pronta vuelta en un corto espacio de tiempo –finales de año, todo lo más-. Ya hace vida normal después de la doble microdiscectomía a la que se sometió hace ya unos cuantos meses en su espalda e incluso se atreve a coger los palos para ejercitar su swing. Pero no todo en la vida es golf, y a sus 40 años sus dos hijos centran gran parte del tiempo en su apretada agenda.
Ya lo comentó su anterior pareja Lindsey Vonn en una reciente entrevista: “Tiger es un padre muy cariñoso y bueno”. Y razones no le faltan para creerlo. Aprovechando que todavía no está listo para la práctica del golf, el ex número 1 del mundo no se pierde ni un solo acontecimiento escolar de los pequeños Sam y Charlie. Sin ir más lejos, hace solo unas horas acudió al colegio de su hija Sam en el Career Day, la jornada dedicada a que los más pequeños conozcan profesiones y oficios que ejercen los padres de los demás chicos. Y lo cierto es que todo salió a pedir de boca.
Habló, fue entrevistado por los peques y se mostró muy simpático en todo momento. A fin de cuentas, quiere ser todo un ejemplo para su hija, a quien, según su ex entrenador Sean Foley, le une una relación muy especial: “Tienen una conexión muy bonita. Hay más vida aparte de ganar un Major. Y en algún momento, a medida que vas envejeciendo, lo sabes apreciar”, comenta.
Y, por supuesto, llegaron las fotos. ¡No todos los días se recibe la visita de uno de los mejores deportistas de la historia!
Tiger Woods presenting to Mrs. Todd’s 3rd grade class for Career Day! Thanks for taking the time to meet our kids!?? pic.twitter.com/2PtF4tLUUq
— Maria Lloyd (@PrincipalLCE) 6 de septiembre de 2016
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