Probablemente nunca hayan oído hablar de él, pero podemos decir sin miedo a equivocarnos que Gannon Buhr es a día de hoy uno de los mejores jugadores del mundo de disc golf. Este estudiante de instituto de apenas 17 años ya ha obtenido en premios unas ganancias superiores a los cien mil dólares y se ha convertido en una de las razones del espectacular crecimiento de este deporte en Estados Unidos. Una disciplina particular que mezcla concentración, precisión y coordinación y que lo ha acogido con los brazos abiertos después de probar suerte con el béisbol, el baloncesto e incluso el golf.
Sin embargo, el disc golf lo cautivó cuando apenas contaba con nueve años mientras utilizaba una canasta ubicada en el jardín de su vecino. Una afición que ha mantenido hasta el día de hoy y que ha contribuido a extender no solo por el país, sino también por otros puntos del planeta. Su mecánica es muy sencilla: los participantes arrojan discos algo más pequeños que los frisbees y tienen que intentar encestarlos en una canasta en el menor número de lanzamientos posibles.
Según UDisc, que ayuda a los jugadores a encontrar los campos con los que adentrarse en este juego, en la actualidad son más de nueve mil los complejos repartidos por todo Estados Unidos -cuando hace apenas un par de décadas eran unos pocos cientos– y ya se celebran torneos de norte a sur del país, lo que le ha permitido al propio Buhr darse a conocer uniéndose en 2021 al Disc Golf Pro Tour, la mejor gira del mundo. Un circuito en el que ya ha conseguido llevarse uno de los torneos más importantes y por el que se embolsó un premio de 25 mil dólares.
Gracias a estas ganancias superó los cien mil dólares en su corta carrera, unas cifras que le dan la razón a los patrocinadores que estén invirtiendo en él como una apuesta de futuro. “La gente espera mucho de mí. Quiero estar a la altura y seguir mejorando para hacer crecer el juego”, sentenció.
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