Si ahora que llega el verano quiere darse un caprichito y huir del tórrido calor de la península para disfrutar del agradable clima estival anglosajón está de enhorabuena. Y es que desde hace unos pocos días tiene la oportunidad de hacer realidad sus sueños y adquirir uno de los sitios míticos que cualquier persona debe visitar cuando se da un garbeo por el Old Course de St. Andrews: el Dunvengan Hotel, que hace las veces de bar y de lugar de hospedaje para todos aquellos que acuden al histórico complejo escocés.
La noticia de la venta cayó como un jarro de agua fría entre los visitantes habituales del campo, que vieron cómo les tocaba despedirse de los Willoughby, dueños del establecimiento desde hace más de 22 años. “El hotel forma parte de nuestras vidas desde hace más de dos décadas. Nos ha encantado formar parte de la historia de St. Andrews y del golf mundial, además de haber tenido el honor de acoger a algunas celebridades. Me gustaría agradecerle todo este tiempo a esas personas y, sobre todo, a los verdaderos clientes principales, aquellos que no son tan conocidos pero que han ayudado a que todo el trabajo diario tuviera sentido”, confesó a The Courier Sheena Willoughby, propietaria del negocio junto a su marido Jack.
Ubicado en pleno corazón de St. Andrews, el Dunvengan Hotel puede presumir de contar con una historia al alcance de pocos establecimientos relacionados con este deporte. Desde sus cálidas habitaciones, pasando por el Claret Jug Restaurant –homenajeando al trofeo del ganador de The Open-, son muchas las señas que le hacen sentir a uno como en casa. Y todo esto tiene un precio. Ni más ni menos que 2,9 millones de libras –unos 3,65 millones de euros al cambio-, una cantidad de dinero que podría ver como una inversión sabiendo que el British siempre vuelve a casa cada cinco años.