Seguro que recuerdan a Barry Edwards –como para no acordarse-. Este simpático hombre guarda una especial relación con Rory McIlroy y las redes sociales. Y es que hace unos días Barry contactó con el norirlandés vía Facebook para aprovechar la coyuntura de que el golfista había cambiado de palos y rogarle para que le diera uno de sus viejos driver, ya que los del jugador amateur se habían ganado la jubilación después de muchos años de servicio.
Para sorpresa de todos Rory aceptó, lo que dejó alucinado a Barry. “¿De verdad?”, repetía insistentemente. “No sabes lo feliz que me hace”, aseguró en más de una ocasión. “Claro”, respondió el actual número tres del ranking mundial. “Mi equipo se pondrá en contacto contigo y en unos días tendrás el driver en casa”.
Dicho y hecho. Barry recibió su driver y Rory quedó como un señor en las redes sociales. Pero hasta la fecha el golfista amateur no había tenido ocasión de agradecer el detalle al ganador de cuatro Majors. Y lo hizo a finales de la semana pasada. Concretamente en una foto de la Torre Eiffel que subió Rory y que hizo a todos preguntarse si había viajado a la Ciudad de la Luz para proponerle matrimonio a su chica.
Ni corto ni perezoso Barry Edwards entró de lleno en escena para cortar ese momento mágico. Y sí, sabemos que no es otro Barry Edwards porque le seguía llamando tío. “La foto luce increíble, Rory. Me alegra ver a los franceses con la cabeza alta. PD: tu regalo está causando un revuelo tremendo, hasta el punto de que el domingo tengo una sesión de fotos para Today’s Golfer, ya que quieren poner la historia en su revista. Se avecinan tiempos increíbles de aquí hacia adelante. Una vez más gracias, Rory. Muchas, muchas gracias. Además de mi esposa y de mi hijo, tu regalo es lo más emocionante que he recibido en mi vida. Mis mejores deseos, tío”.
Una historia así no podía tener un mejor final.