El golf español alarga su luto. Al fallecimiento de Pepín Cabo este pasado fin de semana hay que añadir el óbito de uno de los nombres importantes de la historia del golf español, el jugador de los Equipos Nacionales y diseñador de campos de golf José Gancedo Gómez. Pepe, como lo llamaban sus amigos, nos deja tras una larga y dura enfermedad.
Nacido en Málaga un 31 de marzo de 1938, con sólo 12 años, empezó a jugar al golf en los hoyos del Parador de Málaga y, desde entonces, mantuvo el amor a este deporte durante toda su vida.
Con sólo 16 años ya jugaba con hándicap cero. Como deportista amateur, es considerado una de las grandes figuras a nivel mundial de su época, y el jugador que más gloria deportiva ha proporcionado a su Real Club de Campo de Málaga, del que era Socio de Honor.
Entre sus triunfos, fue Campeón Absoluto Amateur de España en seis ocasiones (1966, 1967, 1968, 1969, 1975 y 1976) y Subcampeón en otras seis ediciones (1959, 1965, 1970, 1973, 1974 y 1977). Además, en su palmarés contaba –entre otras grandes victorias nacionales e internacionales- con dos Campeonatos Internacionales Amateur de España, en 1968 y 1969, y tres segundos puestos en este mismo trofeo, en 1963, 1972 y 1976.
Fue miembro del Equipo Español durante más de 20 años y socio del R&A de St. Andrews.
A nivel federativo, fue miembro de la Junta Directiva de la Real Federación Española de Golf durante la presidencia de Juan Antonio Andreu y, durante toda su vida, trabajó por el deporte al que tanto quería en colaboración con las federaciones nacional y la andaluza.
Así, además de ser condecorado con la Medalla al Mérito en Golf de la RFEG, fue –junto al Marqués de Nájera- la primera Medalla al Mérito concedida por la Real Federación Andaluza de Golf, en reconocimiento a su carrera deportiva y a su amor por nuestro deporte y por los valores unidos a él.
Pero más allá de su carrera deportiva, su verdadera pasión fue el diseño de campos de golf, tanto en España como en el extranjero. Se le considera uno de los diseñadores españoles más creativos, un genio que no sólo diseñaba, sino que presumía de campos “hechos a mano” y de dirigir sobre la tierra –que no sobre el papel- y cargado con su bolsa de palos, hasta el más mínimo detalle, modelando su obra.
Son diseños suyos los campos de Lerma (Burgos), Larrabea (Álava), Costa Dorada (Tarragona), Costa Adeje (Tenerife), Foressos (Valencia) y La Finca (Alicante), así como varios en la República Dominicana. En total, diseñó más de 20 campos que están en juego.
En Andalucía, deja los 9 hoyos del Parque Deportivo de La Garza (Linares, Jaén), en un precioso paraje cuajado de encinas, eucaliptos y pinos; los 18 hoyos de El Chaparral, un recorrido exigente que presume de ser el único campo de la Costa del Sol con 6 pares 3, 6 pares 4 y 6 pares 5; y los 18 hoyos de Torrequebrada, su gran obra, considerada por algunos uno de los mejores campos de Europa.
Amante de la música clásica, del arte y la escultura, será siempre recordado por quienes tuvieron la suerte de conocerlo por su buen humor y su espíritu jovial y bohemio.